La Administración calibra el interés de las empresas por el Fondo de Recuperación Europeo


10 marzo 2021
time 6 minutos
Carlos S. Ponz - Periodista
  • Corporativo

Los distintos Ministerios están intentado conocer mejor los proyectos que optarán a la financiación europea, de cara a agilizar la presentación de convocatorias y, con ello, conseguir que los primeros fondos lleguen durante el segundo semestre de 2021

Europa en general y España en particular afrontan un momento histórico como consecuencia de una pandemia que ha ocasionado numerosas pérdidas humanas y materiales. El 23 de abril de 2020 se presentó en la Comisión Europea un fondo de recuperación, que, apenas tres meses después, se materializó en el Next Generation EU, también conocido como Fondo de Recuperación Europeo, dotado con 750.000 millones de euros, de los que España recibirá 140.000 millones hasta 2026. Ya en 2021, el 11 de febrero, el Parlamento Europeo aprobó el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que representa alrededor del 90% de los recursos del fondo (672.500 millones de euros), y que se repartirá entre los proyectos que presenten los diferentes Estados miembros, bajo los estandartes de la transición ecológica y la transformación digital, y, en un segundo nivel, de la igualdad de género y la cohesión social y territorial.

El Gobierno ha comenzado a trabajar para la aceleración de la recepción de los fondos europeos. Entre otras cosas, los ministerios han publicado ya algunas manifestaciones de interés (MDI) orientadas a identificar y localizar proyectos susceptibles de recibir los fondos, con la participación de las empresas.

Y es que el tiempo juega un papel fundamental, ya que el 30 de abril de 2021 es la fecha tope para que se presenten los planes definitivos por parte de cada Estado que incluyan las reformas que se van a acometer para revitalizar el crecimiento y potenciar el empleo, aunque el Gobierno ha asegurado que presentará el plan español en marzo. A partir de ese momento, Bruselas tendrá dos meses para su aprobación. Una vez conseguido, cada país deberá ratificarlo internamente en un plazo de cuatro semanas. Es probable que, completados estos pasos, comience a adelantarse parte de los fondos, siempre bajo la tutela y la supervisión de la Comisión Europea. En todo caso, la presidenta de esta institución, la belga Ursula Gertrud von der Leyen, ha insistido en que “puede que se produzcan retrasos y algunas dificultades” debido a la rapidez con la que se quiere ejecutar todo el proceso.

El papel de las manifestaciones de interés

En España, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que anunció el Gobierno en octubre de 2020, define, en torno a cuatro ejes de transformación y 10 palancas tractoras, la hoja de ruta para impulsar la recuperación económica del país. De cara a identificar las áreas y los proyectos más relevantes que desean formar parte de las ayudas del Fondo de Recuperación Europeo, distintos Ministerios han lanzado MDI para poder conocer mejor los pormenores de estos proyectos, así como las empresas que van a participar, los objetivos que persiguen, sus impactos positivos sobre la economía o de qué modo justifican el efecto tractor que van a lograr a través de su puesta en marcha efectiva. Cabe recordar que, en total, el Gobierno español acordó repartir un paquete de ayudas directas de 72.000 millones de euros durante los tres próximos años provenientes del Fondo de Recuperación Europeo, de los que, de acuerdo a la Ley de Presupuestos Generales del Estado, se van a articular alrededor de 27.000 millones a fondo perdido en 2021.

Con la información recogida en las distintas MDI se prepararán convocatorias abiertas a lo largo de las próximas semanas, durante todo el primer semestre de 2021, con la intención, al menos, sobre el papel, de que puedan repartirse los primeros fondos en el segundo semestre del año.

Con la información recogida, se prepararán convocatorias en las próximas semanas con la intención de que los primeros fondos se puedan repartir en el segundo semestre

Las manifestaciones de interés que se han lanzado

5G, redes inteligentes, hidrógeno renovable o economía circular. Estos son algunos de los ejes de las MDI lanzadas con un carácter más digital y sostenible. En otro extremo, también, se han ejecutado otras, en principio, más convencionales pero que pueden tener un impacto económico y social muy relevante, como las centradas en la despoblación, en la competitividad industrial o en la movilidad eléctrica. Aunque la participación en estas iniciativas no genera ningún derecho posterior en relación al acceso a las convocatorias que se lleven a cabo, sí que ayudan sobremanera a ordenar y a agilizar el trabajo de la Administración para establecer aquellas que han suscitado un mayor interés por parte de las empresas.

Por ejemplo, el pasado 20 de enero finalizó el plazo de recepción de propuestas lanzado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para identificar áreas relevantes sobre proyectos relacionados con la competitividad y la sostenibilidad industrial, con dos premisas obligatorias: deben tratarse de proyectos que involucren una cadena de valor industrial representativa con diversa presencia territorial; y tienen que contar con, al menos, cinco entidades participantes, de las que el 40% han de ser pymes. La ministra de esta Cartera, Reyes Maroto, informó de que, solo para esta MDI, se habían recibido más de 750 solicitudes, superando las previsiones.

Además de esta MDI, otros gabinetes han iniciado otras diferentes con objeto de obtener una mayor información sobre las propuestas que se van a presentar por parte de las empresas para acceder al Fondo de Recuperación Europeo.

Quizá el más activo haya sido el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que ha impulsado varias. Entre ellas, cabe citar algunos cuyo plazo finaliza durante el primer trimestre: la centrada en redes inteligentes, almacenamiento energético y flexibilidad (que busca el despliegue del almacenamiento energético, el impulso de las redes inteligentes mediante la inversión en digitalización y el crecimiento de nuevos modelos de negocio que provean de flexibilidad al sistema energético asociados a la transición energética, como la implantación de agregadores); la de Energía en las Islas (para el despliegue de renovables haciendo énfasis en la integración ambiental y territorial, la descarbonización de los sectores económicos y la edificación mediante la integración de energías renovables, y la movilidad sostenible); la de Comunidad Energética (buscando, entre otros hitos, la eficiencia energética, la producción basada en energías renovables y la recarga de los vehículos eléctricos); la de Economía Circular (para crear modelos de negocios más limpios y circulares, que apuesten por el reciclado de productos); o la de Energías Renovables (para impulsar la descarbonización de la industria, el fomento del autoconsumo eléctrico renovable y el desarrollo de las energías marinas).

Por parte del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, su MDI, cerrada el pasado 15 de febrero, se ha centrado en la conectividad digital, el impulso de la ciberseguridad y el despliegue 5G. Sus objetivos han sido los de apostar por lograr que la totalidad de la población tenga cobertura de banda ancha de 30 Mbps en 2023 y, de cara a 2025, alcanzar el 100% de cobertura de 100 Mbps; y, sobre la estrategia 5G, conseguir que en el año 2025 el 75% de la ciudadanía tenga cobertura 5G mediante sus bandas prioritarias (694- 790 MHz, 3.400- 3.800 MHz y 24.25- 27.5 GHz).

Ya se conoce que están próximas otras MDI que se centrarán en temas como la digitalización de las pymes, la movilidad o la agenda urbana.

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