PERTE: cómo usarlos para acceder a los fondos europeos
- Finanzas
Cualquier empresa puede sumarse a los PERTE para acceder a las ayudas europeas. Contar con asesoramiento es clave para saber cómo hacerlo.
Los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) son una de las piedras angulares del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), con el que el Gobierno pretende distribuir el fondo europeo Next Generation EU. Hasta la fecha, el Consejo de Ministros ha aprobado 11 PERTE en sectores tan diversos como el de la movilidad eléctrica, el aeroespacial, el naval o el de la economía circular. La colaboración público- privada y los consorcios son dos de las vías clave para que las empresas puedan acogerse a este tipo de proyectos.
¿Cómo funcionan los PERTE?
Los PERTE persiguen promover el desarrollo de proyectos con una gran capacidad de arrastre para la economía. De cara a garantizar su eficacia, los ministerios suelen lanzar previamente peticiones de manifestaciones de interés (MDI) para analizar posibles ámbitos de actuación. Posteriormente, cada PERTE es aprobado por el Consejo de Ministros, bajo el compromiso de que todas aquellas organizaciones que participen suscriban una serie de normas comunes y se acrediten en el registro estatal de entidades interesadas en este tipo de proyectos.
El rol clave de la banca y de los consorcios para acceder a las ayudas europeas
Las entidades bancarias van a desempeñar un papel fundamental para cofinanciar las inversiones, canalizar las ayudas y ejercer un efecto de amplificación. Tal y como indica Carmen Urraca, directora de Fondos Europeos de Banco Sabadell, “la banca tiene un rol sectorial para cohesionar el tejido productivo y cuenta con un valor añadido de una red de contactos en administraciones, empresas y distribuidores que se anticipa clave para descongestionar las cargas burocráticas”. En esta línea, esta experta afirma que el sector bancario “será clave en la cofinanciación de los proyectos, muchos de los cuales no estarán cubiertos al 100% por el paraguas del PRTR. En paralelo, cuenta también con la capacidad tecnológica y técnica necesaria para la canalización de estas ayudas”.
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Para el fomento de la colaboración público- privada, la ley prevé tres posibles estructuras: las agrupaciones, que deben constituirse antes de llevar a cabo una solicitud aunque estén condicionadas a ser beneficiarias de una ayuda; los consorcios, que precisan de un informe favorable previo del correspondiente Comité Técnico; y las sociedades de economía mixta, que estarán formadas por una mayoría de capital público con capital privado.
Para lograr el éxito en las convocatorias, las empresas tienen que diseñar fórmulas de colaboración, incluso, entre competidores, aglutinando el mayor número de intereses con un enfoque integrador, que pueda ser medible y verificable más adelante.
Los PERTE aprobados
2022 está siendo un año clave para la aprobación de nuevos PERTE. En verano de 2021 se aprobó el primer PERTE, centrado en el impulso de la movilidad sostenible, con un volumen de 24.000 millones de euros de los que 4.300 millones de euros corresponden a inversión pública. En noviembre de ese año, se anunció el segundo PERTE, bajo el nombre ‘Nueva economía de la lengua’ para impulsar el idioma como activo económico, que finalmente fue aprobado en marzo de 2022
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Además, han sido ya aprobados otros nueve PERTE más, centrados en:
- La salud de vanguardia. Para mejorar la salud de la población a partir de la innovación diagnóstica, terapéutica y preventiva en el Sistema Nacional de Salud.
- Las energías renovables, el hidrógeno renovable y el almacenamiento. Con el objetivo de apuntalar ciertas áreas asociadas a la transición ecológica en la economía española.
- El ámbito agroalimentario. Para promover el desarrollo integrado de toda la cadena agroalimentaria a través de la digitalización de los procesos y de la incorporación de conocimiento e innovación.
- La economía circular. Con el objetivo de contribuir a lograr una economía sostenible, descarbonizada, eficiente en el uso de los recursos y competitiva.
- La industria naval. Para diversificar el sector hacia nuevos productos, fortaleciendo su digitalización y potenciando la mejora de su sostenibilidad medioambiental y la capacitación de sus empleados.
- El sector aeroespacial. Que pretende desarrollar un programa de tecnología espacial que genere nuevas capacidades industriales y que aporte servicios relacionados con el medioambiente y la cohesión del territorio.
- La economía social de los cuidados. Para potenciar y consolidar las alianzas entre los centros de investigación, las organizaciones, las cooperativas y las entidades de todo el país que trabajan en la economía social.
- La industria aeroespacial. Para mejorar y generar capacidades tecnológicas e industriales en este sector.
- La digitalización de los usos del agua. Centrado en transformar y modernizar los sistemas de gestión del agua.
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