El pasado mes de julio, los líderes europeos alcanzaron un acuerdo histórico que amplía un 70% el presupuesto europeo y pone a disposición de los países 750 mM de euros hasta 2026.
Por primera vez, la UE se endeudará de manera masiva para impulsar la recuperación económica y sentar las bases de la economía del futuro, bajo los ejes de sostenibilidad y digitalización.
Para acceder a los fondos, disponibles en forma de transferencias directas y préstamos, los Estados miembros deberán presentar a la Comisión Europea su plan de recuperación y transformación en línea con los ejes y recomendaciones de reforma que emite anualmente la UE.
En diciembre, el Consejo y el Parlamento Europeo dieron luz verde a los nuevos presupuestos y al Fondo de Recuperación. Ahora falta la aprobación de los Parlamentos nacionales para que los desembolsos comiencen a llegar a los Estados miembros, previsiblemente a mediados de año.
El Fondo supone un paso de gigante en la construcción europea. Sienta las bases para una unión fiscal en la UE, impulsa la Unión Bancaria y la Unión del Mercado de Capitales, crea un activo seguro europeo, impulsa el papel internacional del euro y sitúa a la UE en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático. En definitiva, una oportunidad única que no se puede desaprovechar